he gets us logo

¿Se sintió Jesús solo alguna vez?

2 min

Vivimos en un mundo de conexión instantánea. Las redes sociales nos permiten estar en contacto con miles de personas. Podemos llamar a alguien al otro lado del mundo en cualquier momento. Podemos ver las noticias y saber prácticamente todo lo que está pasando en nuestras comunidades. Estamos tan conectados, que nunca más tendremos que estar solos. Al menos eso es lo que nos prometen.

Pero la realidad que conocemos es a menudo diferente. Una epidemia de soledad se está extendiendo por todo el mundo. Nos sentimos más desconectados que nunca. Muchos de nosotros nos sentimos aislados, abandonados y solos.

Nos preguntamos si Jesús había experimentado alguna vez tal soledad. Al ser un hombre que pasó tres años viajando a pie con 12 de sus mejores amigos, podrías llegar a suponer que no estaba familiarizado con ese sentimiento, pero escucha esto.

Como cualquier persona, Jesús no dividía su atención perfectamente entre todos los que lo rodeaban. Así no es como funcionan las relaciones humanas. De sus 12 discípulos, había tres con los que era particularmente cercano: Pedro, Santiago y Juan. De esos tres, tenemos una idea bastante clara de que Pedro era el amigo más cercano de Jesús —su cómplice hasta la muerte—. Literalmente, Pedro le prometió a Jesús que moriría por él.

Tan solo 24 horas después de la apasionada declaración de Pedro, Jesús fue arrestado y llevado a juicio —aunque no fue un juicio particularmente justo ni legítimo—. Cuando Jesús fue arrestado, casi todos huyeron. Todos sus amigos que estaban con él lo dejaron solo —todos excepto Pedro, que siguió a la multitud que se llevó a Jesús—. Era hora de poner a prueba esa lealtad.

A medida que las autoridades reunían testigos para que dieran testimonios falsos, Pedro se mantenía a distancia. De repente, alguien lo reconoció como uno de los seguidores de Jesús. Se lo preguntaron. Negó tener relación con Jesús. Se lo volvieron a preguntar. Lo volvió a negar. Y se lo preguntaron una vez más. Mientras Pedro los veía burlarse, golpear y prepararse para matar a Jesús, juró que ni siquiera sabía quién era Jesús.

En su momento de mayor necesidad, Jesús fue abandonado por su mejor amigo y se quedó completamente solo.

La soledad está en todos lados. La sentimos. La vemos en nuestras familias, compañeros de trabajo y amigos. Pero tal vez podamos encontrar consuelo en la soledad de Jesús. Nos recuerda que, incluso en el aislamiento, no estamos solos.

Referencias bíblicas: Juan 6:60-71, Mateo 26:69-75
¿Te gustó este artículo?

Seguir Leyendo

Listen Louder—el juego.
Tiempo de lectura: 1 min
Jesús invitaba a todos a su mesa.
Tiempo de lectura: 1 min