Jesús a menudo está envuelto en conceptos erróneos. Ciertamente lo estaba en su época y aún más en la actualidad. Algunos tienden a pensar en él como una figura histórica del pasado cuyo único modo de expresión era el estoicismo. Para otros, es tentador imaginarlo como un hippy de pelo largo que pasaba la mayoría de sus días abrazando y amando a todos.
Ninguna de esas imágenes pintan una representación totalmente precisa de quién era Jesús. La verdad es que Jesús sentía. Al igual que tú y yo, el experimentó una variedad de emociones. Las buenas y las feas. Es por eso que Él nos entiende. Desplázate para una inmersión más profunda de cómo Jesús experimentó las emociones a continuación.