Dondequiera que miremos, hay ruido… malas noticias, opiniones interminables y presión por mantenerse al día. Esto nos deja a muchos ansiosos, inquietos o simplemente agotados. Pero, ¿y si el camino a seguir no se encontrara solo en la autoayuda o en las soluciones rápidas? ¿Qué pasaría si tanto la ciencia como las enseñanzas de Jesús señalaran ciertas prácticas —como el descanso, la conexión y el perdón— que realmente pueden silenciar el caos y fortalecer nuestra salud mental?

Jesús, la ciencia y la salud mental
Hablamos con expertas en salud mental para descubrir la ciencia detrás de las enseñanzas de Jesús

¿Cómo puede afectar nuestra salud mental y física el hecho de estar «hartos» de algo?
Jesús dijo: «Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados; yo les daré descanso» (Mateo 12:18).
En otras palabras, Jesús señaló el descanso y la liberación como formas de aliviar las cargas de la vida, una idea que la psicología moderna afirma como esencial para la salud mental y física.
Dra. Avery Hoenig:
Cuando experimentamos y creemos que nada cambia sin importar lo que hagamos, conocemos la impotencia, que consiste en rendirse y dejar de intentarlo por completo. Incluso cuando la situación cambia y es posible modificar el resultado, las personas no lo intentan y a menudo se deprimen.
La ansiedad es otro problema de salud mental que está relacionado con estar harto de algo. Cuando estamos ansiosos, muchos de nosotros nos sentimos nerviosos, lo que puede causar irritabilidad, tensión, inquietud, sudoración, temblores, náuseas y palpitaciones del corazón.
Dra. Cristina Sevadjian:
Sentirse harto de algo puede provocar estrés crónico. Cuando no se controla, este estrés puede conducir a una variedad de problemas de salud, incluyendo hipertensión, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, obesidad y diabetes.
Identificamos ocho categorías de las que las personas están «hartas». ¿Qué métodos/consejos ofrece a los pacientes con este tipo de frustraciones?
Jesús dijo: «No se preocupen por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas» (Mateo 6:34).
Aquí, Jesús nos anima a enfocarnos en lo que tenemos frente a nosotros hoy —lo cual refleja la práctica terapéutica de distinguir lo que podemos controlar y lo que no—.
Dra. Cristina Sevadjian:
Frecuentemente hago que las personas anoten sus preocupaciones en una gran pizarra blanca en mi oficina. Les pido que hagan un listado de todas las cosas que están creando estrés en sus vidas. Luego, les pido que circulen los problemas sobre los que tienen control directo y que pongan una X al lado de los que están fuera de su control. Categorizar los factores estresantes ayuda a las personas a sentirse menos abrumadas y a saber cuándo aplicar estrategias para resolver problemas o cómo mejorar sus estrategias de afrontamiento.
Jesús enseñó a otros la importancia de la comunidad y la conexión. ¿Cómo afectan la comunidad y la conexión nuestra salud mental/física?
Jesús dijo: «Que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros» (Juan 13:34).
Su enseñanza refleja lo que la ciencia demuestra ahora: la pertenencia y la conexión no son opcionales, son vitales para nuestro bienestar.
Dra. Avery Hoenig:
Las investigaciones indican que la pertenencia es una necesidad humana básica, por lo que la comunidad y la conexión son de suma importancia para nuestra salud mental y física. En mi experiencia profesional, he visto que a las personas les va mejor cuando se sienten parte de algo más grande que ellas mismas.
Dra. Cristina Sevadjian:
Sabemos por investigaciones que la desconexión social y el aislamiento tienen un impacto negativo en nuestra salud mental. También sabemos que las amistades pueden protegernos de problemas de salud mental más graves.
Jesús enseñó que el perdón es un camino hacia la paz. ¿Cómo afecta el perdón nuestra salud mental/física?
Jesús dijo: «Perdonen y se les perdonará» (Lucas 6:37).
Sus palabras señalan la liberación y restauración, lo que se alinea con investigaciones que muestran que el perdón reduce el estrés, la depresión e incluso la tensión física.
Dra. Avery Hoenig:
Las investigaciones indican que el perdón a menudo se asocia con una reducción de la depresión, la ansiedad y el estrés, y puede tener implicaciones físicas significativas, como presión arterial más baja, menor riesgo de infarto y reducción del dolor.
Dra. Cristina Sevadjian:
En mi experiencia profesional, hablo mucho con las personas sobre cómo el cargar con ira y la falta de perdón tiene más consecuencias negativas para ellas mismas de lo que probablemente tendrá para la persona con la que están molestas.
Jesús vino de orígenes humildes. No era rico, pero enseñó a otros a practicar la generosidad y la gratitud. ¿Cómo puede afectar nuestra salud mental y física el hecho de practicar esas cosas?
Jesús dijo: «Hay más dicha en dar que en recibir» (Hechos 20:35).
Y cuando un leproso volvió para darle gracias, Jesús le preguntó: «¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este extranjero?» (Lucas 1:18).
Tanto la generosidad como la gratitud fueron fundamentales en la vida de Jesús, y las investigaciones actuales confirman que aumentan la felicidad y protegen la salud mental.
Dra. Cristina Sevadjian:
Las investigaciones demuestran que la generosidad tiene un impacto positivo en el estado de ánimo y la sensación general de felicidad a la vez que reduce el impacto de las emociones negativas. La gratitud, como práctica, también puede ayudar realmente a las personas a cambiar su perspectiva y a fijarse en las cosas pequeñas de la vida, lo que puede aumentar la felicidad y el bienestar general. También, puede brindarnos una barrera importante contra la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental.
Jesús experimentó toda la gama de emociones, incluida la esperanza, algo que él mismo frecuentemente fomentaba. ¿Cómo afecta nuestra salud mental y física el hecho de mantenernos esperanzados?
Jesús dijo: « La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden» (Juan 14:27).
La promesa de paz de Jesús concuerda con los hallazgos de la ciencia: la esperanza y la calma pueden fortalecer la inmunidad, mejorar la resiliencia y aliviar el sufrimiento.
Dra. Avery Hoenig:
La esperanza tiene un impacto positivo en nuestra salud física, ya que mejora el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico y disminuye nuestra experiencia del dolor. Además, la esperanza se asocia con niveles más bajos de depresión, mejores relaciones y resiliencia.
¿Existen otros métodos humanitarios o altruistas respaldados por investigaciones que puedan ayudarnos a superar nuestro descontento? Si es así, ¿cuáles son? ¿De qué manera ayudan?
Jesús dijo: «Ama a tu prójimo como a ti mismo» (Marcos 12:31).
También enseñó: «Traten a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes» (Lucas 6:31).
Estas enseñanzas resuenan lo que hoy en día la psicología llama autocompasión y empatía, formas de cuidarnos a nosotros mismos y a los demás que reducen el estrés y desarrollan resiliencia.
Dra. Avery Hoenig:
Cuando la vida se vuelve difícil, la autocompasión, el acto de dirigir la compasión hacia uno mismo, puede ser un verdadero salvavidas. Cuando nos tratamos a nosotros mismos con compasión, nos tratamos como trataríamos a alguien a quien amamos. En otras palabras, nos tratamos con amabilidad y sin prejuicios.
Atándolo todo
La comunidad, el perdón, la gratitud, la esperanza —todas estas cosas que Jesús enseñó y ejemplificó— tienen efectos medibles en nuestra salud mental, nuestras vidas y nuestros vecindarios. Al parecer, Jesús valoraba y daba prioridad a la salud mental. En muchas ocasiones, protegía su tiempo personal y de descanso. Proteger nuestra salud es una de las mejores formas de practicar el amor propio, y Jesús enseñó a quienes lo rodeaban «que se amen los unos a los otros como a sí mismos».
Quizás el camino y las enseñanzas de Jesús no sean solo una lista de reglas, sino un plan útil para el florecimiento humano. Después de todo, ¿cómo podemos florecer y animar a otros a hacer lo mismo si nuestra salud mental y física no está protegida? ¿Qué opinas?
La Dra. Avery Hoenig completó sus estudios universitarios en la Southern Methodist University y obtuvo su doctorado en Psicología Clínica en el UT Southwestern Medical Center de Dallas. Ha trabajado en la práctica privada por más de 15 años y utiliza la Terapia Cognitivo-Conductual para ayudar a adolescentes mayores y adultos a controlar los síntomas relacionados con el estado de ánimo y la ansiedad.
La Dra. Cristina Sevadjian se graduó con una licenciatura en Psicología de la Texas A&M University, una maestría en Asesoramiento de la Dallas Baptist University y un doctorado del programa de Psicología Escolar acreditado por la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) de la Texas Woman’s University. Ha trabajado en el campo de la psicología durante 20 años y cuenta con una variedad de experiencias atendiendo a personas en los siguientes entornos: tratamiento domiciliario con el Departamento de Libertad Condicional Juvenil, el Hospital Psiquiátrico Green Oaks, hospitales infantiles locales, distritos escolares públicos y práctica privada.