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¿Pasó Jesús por momentos difíciles?

2 min

Sí. Realmente las vivió.

Casi nunca usamos la palabra “dificultades” para describir a Jesús. Pero tal vez deberíamos hacerlo.

Porque la vida de Jesús fue más que sermones y milagros. Fue también de padeceres y dolor. Duelo. Fatiga. De presión de todos lados. ¿Te suena familiar?

Jesús no vivió en un mundo fácil y pacífico.Jesús vivió bajo un poderoso imperio que vigilaba y controlaba todo. Bajo una sociedad que lo maletendíó. Amigos que pocas veces lo respaldaron. Sistemas que no eran blandos con nadie, especialmente con un carpintero del campo. (Nazareth no era lo que se pudiera llamar una metrópolis en expansión).

Jesús sufrió de agotamiento extremo. Ansiedad. Soledad. Al ser visto como una amenaza por desafiar al orden social y político existente, Jesús fue víctima de opresión gubernamental. Vivió bajo la ocupación romana, un régimen que con impuestos hundía a los pobres aún más en la miseria, que silenciaba las protestas con violencia y usaba ejecuciones públicas para asustar a la gente. Era un sistema que protegía al poderoso y penalizaba a quienes pedían justicia. Jesús enfrentó traición por parte de los amigos, sufrió noches en vela y el peso aplastante de cargar con las penas de la gente junto con la propia.

Se cansó.

Se vio abrumado por las emociones.

Lloró.

Enfrentó a Dios con preguntas difíciles.

Jesús experimentó el peso aplastante causado por las expectativas de los demás, y supo lo que es sentirse completamente solo. Supo lo que significaba el preocuparse profundamente por un mundo que pocas veces se preocupaba por él. Pero Jesús nunca se adomerció emocionalmente. Nunca se automedicó. Nunca se encerró en sí mismo. Se mantuvo presente. Jesús continuó en la búsqueda y la practica de la compasión.

Pero, ¿y eso qué? ¿Es algo de todo esto relevante miles de años después? Bueno, pensémoslo un poco: hoy, muchos de nosotros lidiamos con asuntos similares. La inflación y la incertidumbre del mercado de trabajo puede que te tenga consumido emocionalmente. Tal vez tú eres uno de los muchos americanos que tienen que trabajar en múltiples empleos para mantener tú familia a flote. Las consecuencias del distanciamiento social, junto a los medios sociales, han cambiado radicalmente nuestras relaciones, lo que nos deja sintiéndonos más desconectados y solos que nunca.

Algunos de nosotros vemos la política como injusta, mientras otros aún sienten pena por cosas que ocurrieron en el pasado. Entonces, ¿cuál es la solución? No es que nosotros creamos tener todas las respuestas, pero Jesús nos dejó pistas de cómo manejarnos frente a esos problemas. Si quisiéramos simplificar esas lecciones y métodos en una sola idea, sería algo como esto: que todos merecemos vivir una vida buena y plena vida.

Jesús nunca quiso ver a otros en dificultades y solo subsistiendo; Jesús quería prosperidad para todos. Deseaba un mundo justo para todos. Jesús dedicó su vida a este ideal. Ahora, con todo esto en mente, tal vez la manera en la que Jesús manejó las dificultades de la vida pudiera ayudarnos a guiar las nuestras.

Referencias bíblicas: Juan 4:6, Marcos 14:33-34, Juan 11:35, Mateo 27:46
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